Bien, ya sabemos todos cómo es la educación en España. No me refiero a los malos resultados de nuestros escolares en el archifamoso informe Pisa, sino a la burda manipulación a la que son sometidos los alumnos. Yo soy gallego, y como saben, en todas (excepto las primeras, que ganaba UCD) las elecciones autonómicas celebradas aquí ha ganado el Partido Popular. Cuando no ha gobernado, como ahora y durante 3 años a finales de los 80, ha sido por una coalición bipartita (o tri, hace 20 años) encabezada por el PSOE. Sin embargo, las tesis nacionalistas imperan a sus anchas en la educación pública, convertida en un instrumento de aleccionamiento. Como muestra les diré que hace 20 años, en mi colegio se nos decía que Isabel La Católica ahorcaba gallegos, por placer, dado su sadismo. Ya ven. Por no hablar de la patochada del Monte Medulio, "sitio" donde gran parte de gallegos menores de 40 años les dirán que los "gallegos" prefirieron suicidarse antes de ser conquistados por los "castellanos".Claro que ni los unos eran gallegos, sino celtas, ni los otros castellanos, sino romanos (por cierto, los que denominaron a esta tierra Gallaecia). Y claro que no se sabe dónde está tal monte, si es que existe, cosa muy dudosa. Y de existir, lo más probable es que, de hecho, no estuviese en Galicia. Y en caso de haberse suicidado, lo habrían hecho por evitar el oprobio y la esclavitud romana, no por defender ninguna patria ni nación, conceptos que ni existían en la época celta. Por supuesto, de acuerdo con esa "educación", todo gallego debe hablar exclusivamente en gallego (que existe gracias a Roma), so pena de ser un traidor a "la patria". Traten ahora de imaginar qué puede suceder en autonomías donde siempre han gobernado los nacionalistas. ¿Puede alguien extrañarse de que los jóvenes de esas regiones odien todo aquello que huela a español? Al contrario. Precisamente, ése es el objetivo.
Por supuesto, el primer paso para generar odio es el desconocimiento. ¿Cómo amar aquello que se desconoce? Imposible, claro. Se trata de acentuar las diferencias, haciéndolas infinitas e irreconciliables, y anular en lo posible lo común, lo que une, ocultándolo.
Bien, todo esto no era más que un prólogo , seguramente innecesario, para darles a conocer a uno de esos grandes hombres (y mujeres, no se enfaden los feministos/as) olvidados de la Historia de España. Uno de esos que de ser inglés, francés o estadounidense, estaríamos hartos de verlo en el cine y televisión.
Se trata de Blas de Lezo.El Almirante "Patapalo".
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2 comentarios:
Si te interesa Blas de Lezo, seguramente te interesará (y hasta podrías hacerte eco) de esta iniciativa.
Saludos
Acabo de apuntarme a la iniciativa. Gracias por el dato.
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